Creo que desde siempre existieron
los colectivos musicales. Esos “lugares” (sin lugar fijo en realidad) donde un
grupo de músicos se reúne y dan lugar a sus canciones. Se mueven como un
conjunto, son un todo. Se podrían nombrar muchos ejemplos, incluso algunos de
décadas anteriores. Pero esos colectivos musicales todavía existen y van a seguir
existiendo por suerte. Sobre todo si contamos con artistas como Gonzalo “Chino”
Mansutti (ex Farah) que junto con Los Refutadores del Pensamiento armó lo que
hoy es un excelente ejemplar de esto. “Chino Mansutti y los Refutadores del
Pensamiento” es lugar que eligió Gonzalo para lanzar su carrera como solista, y
el resultado fue “Lleva”. Un disco
que refleja sus sentimientos y verdades, y donde quizás en muchas de sus
canciones nos podamos ver reflejados.
Un bombo es lo que sirve de
apertura para este gran disco, seguido de una guitarra acústica, “Va a pasar”, que continúa con un piano
muy marcado, muestra eso que muchas veces sentimos: “cuando creo que no estás,
te plantas en un sueño” y el concepto de que todo va a pasar. Donde también
podemos escuchar la voz de “Chino” Mansutti en perfecta armonía con el grito
desgarrador del “refutador” Juane Voutat de fondo. Continúa con el corte “Lleva” (que ya cuenta con su video),
una canción donde refleja una mirada muy personal sobre sí mismo, y el mensaje
de dejarnos llevar por nuestros sentimientos. La melodía llevada por el piano y
muy bien acompañada por bases de guitarras y una sutil percusión, la hacen una
de las más agradables del disco.
“Sanar” es la que sigue y deja el mensaje de que “..hay que salir
con lo queda”. Un comienzo muy tranquilo con piano que llega a un final con
guitarras distorsionadas. Con una introducción muy “Harrisoniana” arranca “Belén”, una canción dedicada a un amor,
donde cuenta como esa persona especial puede “rescatarnos”. Con una base bien
acústica de guitarras y charangos que se van acentuando a medida que avanza la
canción, y una melodía llevada por un acordeón, la hace una buena de
combinación de Folk con Pop. “Alessandria”, según cuenta el artista, fue compuesta
en dicha localidad de Italia, donde paso un invierno muy crudo. Una intro de
guitarra acústica que es acompañada por un piano durante toda la canción, y qué
decir de la voz de “Chino” siempre acorde a la melodía, con su tono de voz tan
particular (y esta vez hasta un estribillo cantado en italiano).
En el vals “Mi mundo sin vos”, el título lo dice todo. Nada más que una
guitarra y su voz sirven para hacer de esta canción, uno de los puntos más serenos
del disco. Un puente con un acordeón muy sutil y melancólico corona lo que es
una verdadera canción de amor. Y de la tranquilidad de ésta, salta a la potente
“Revolución”, una voz “robotizada” y guitarras bien distorsionadas (además de una
intervención rapera).
La siguiente es “Por y para” donde violines, un piano y
los sueños son los protagonistas. La alegre “Pa’ que la lluvia pare” que termina con las voces y palmas de todos
(refutadores y el mismo Gonzalo) entonando el estribillo. Y donde también se
puede apreciar la voz de Juane imponiendo su presencia. Con la ingenuidad y la
ternura infantil de “Mateo” es como
cierra el disco, la cual arranca con la voz de un niño cantando “Let it be”.
Una simple canción de cuna.
Vivencias, sueños, experiencias,
verdades y por qué no realidades, reflejadas nada más que en 10 canciones. Solo
queda escuchar.
"Lleva" - Chino Mansutti y Los Refutadores del Pensamiento